Nací en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Ser docente no formaba parte de mis deseos de infancia, quería ser astrónomo.Todo
esto me llevó a estudiar Astronomía en la Universidad de La Plata.
Fue poco tiempo, algunas circunstancias confluyeron armónicamente y me hicieron regresar e iniciar el profesorado. Cursé y obtuve el profesorado en Matemática y Astronomía en el Instituto Superior del profesorado Joaquín V. González de la Ciudad de Buenos Aires.
Soy instructor en informática y desde hace más de 25 años doy cursos en diferentes especialidades de computación en Formación Profesional, en el CFP Nº 401 de Morón, como parte de la educación de adultos. Me fascina el aprendizaje permanente y nuevas formas de enseñar. Disfruto enormemente de ese instante en el cual una persona no solamente entiende un tema, sino que descubre la puerta permanente que acaba de abrir.
En la actualidad sigo dando clases principalmente en la modalidad de adultos y también en la escuela media.
También me dedico al diseño y desarrollo web, creando sitios personalizados a
las necesidades de cada cliente.
Esta actividad que me ha permitido mejorar mis clases que tanto me apasionan. Además, dar estas clases me
permitieron mejorar como desarrollador, creando así una bella retroalimentación.
Podés visitar mi sitio de desarrollo web pulsando en la imagen:
Escribí mi primer libro: "El miedo a aprender" de cuyos temas, entre otras cosas, hablamos en el canal de youtube "Sin miedo a aprender", al cual te invito a suscribirte:
Si bien el rango etario de mis alumnos de formación profesional es bastante amplio, desde los 16 años hasta unos pasados jóvenes 80, con los años fue creciendo el promedio de edad, empezaron a poblar las aulas mayoritariamente los “abuelos de ahora”. Personas que vieron partir a hijos, nietos, gente querida, a diferentes latitudes en busca de un mejor presente y tenían una enorme necesidad de aprender las nuevas tecnologías para poder comunicarse sin que la distancia fuera un impedimento.

Y junto con ese entusiasmo, esa “modernidad” de “abuelo piola”, esperaba agazapado en muchos de ellos el miedo. “¿Podré yo a esta edad? ¿Qué hago acá, hay gente más joven? ¿Y si me cuesta?”. Fueron esas las tres preguntas principales que me han hecho en medio de otras decenas, sesgadas claramente hacia la negatividad y la derrota anticipada.
Invertir la polaridad del “y si no puedo” hacia el “y qué va a pasar, qué me espera si es que sí puedo” es la historia de mi presencia en estas aulas de la educación para adultos, de las múltiples batallas que cada alma que las habitó tuvo que enfrentar para lograrlo.
Fue grande la cantidad y deversidad de cursos brindados. Y en todos el eje transversal fue que se genere un entorno amable para el aprendizaje, tal cual creo que debería ser en todas las edades: humor, compañerismo, confianza y profesionalismo. Debajo, se muestran algunos de estos cursos y algunos de los "pizarrones" que intentaban generar ese clima.
Estos son los temas que hemos desarrollado a lo largo de más de 25 años
Una de las claves que generaron confianza y ambiente de alegría y "normalidad" fueron los pizarrones desestructurados. Aquí algunos de ellos.
Algunos de nuestros alumnos, de hoy, del pasado, nos cuentan su
testimonio sobre lo que significó estudiar de adultos, qué temores
debieron superar o con los que tuvieron que convivir para atreverse a hacer
aquello que deseaban.
Porque si bien el desierto el único para cada
uno, podemos encontramos a otros en ese camino, que ayudan a nuestro
propósito; y nosotros al suyo.
Porque como ya lo dijo Erich Fromm:
“Si yo no soy para mí mismo, ¿quién será para mí? Si yo soy para mí solamente, ¿quién soy yo?”.